sábado, 10 de octubre de 2009

Intuneric Ingeri




Prólogo:

La noche cubre el cielo con su manto de oscuridad. Todo el mundo duerme, pero alguna que otra persona, tiene los ojos abiertos en todas estas sombras.

Andrew, era una de estas personas y contemplaba desde su ventana, las estrellas que iluminaban la tenebrosidad londinense.

A sus quince años ya entendía la vida como un hombre de noventa y nueve. Su pelo era castaño oscuro y a media melena, sus ojos eran del mismo color que su cabello. Aunque pareciese un chico serio, era todo lo contrario a no ser que la situación lo requiriese.

Vivía en Londres con su tío Rupert Doth, desde la muerte de sus padres en Rumania. De eso ya hace doce años. Como todas las noches se ponía a dormir a las siete de la madrugada, siempre le costaba conciliar el sueño.

Echo un último vistazo a una farola y se estiró, encaminándose a su escritorio quitándose la camisa blanca y apoyándola sobre la silla de pino.

Al mismo tiempo que dejaba esta, miró de reojo la carta que había llegado esa mañana, la cogió con cuidado y la releyó por décimo cuarta vez.

Querido Andrew Doth:

Le informamos de que ha sido admitido en el Colegio Intuneric Ingeri, en Rumanía

La carta seguía, pero Andrew la echo a un lado. Intuneric Ingeri, era, hasta la fecha un gran colegio, con residencia, en el que él había sido aceptado. Por lo que su tío le contó, era el mejor de toda Europa y muy poca gente conseguía ser admitida, y quería que él tuviese la suerte de educarse allí.

Dentro de dos días partía en un barco hasta Alemania y desde allí haría el resto del recorrido en tren.

Se tiró encima de su cama y sintió como las sabanas frías se le pegaban a su espalda desnuda y el olor a lavanda lo enfrascaba en un placido sueño.

En el despacho, un hombre delgaducho, más pálido que Andrew, rubio canoso y con gafas de lectura, leía unos documentos que tenía en su escritorio. Rupert Doth sabía lo que había en realidad en el internado de Rumania. Los documentos eran en realidad, meros apuntes de cuando el era joven y había estudiado en Intuneric Ingeri, con los padres de Andrew. Mientras repasaba los esquemas sintió el crujir de la cama de su sobrino, señal de que ya se había acostado.

-Esperemos que aceptes lo que eres, Andrew, cuando llegues a la escuela.

Este es el prólogo de Intuneric Ingeri [Ángeles Oscuros en Rumano]











1 comentario:

  1. q chavala, yo cmo siempre no me entero xDDDD

    y aun asi te firmo de primera lalala (8)

    has elegido la misma plantilla q yo º3º xD

    un besoo =)

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